2 de octubre de 2011

Crónica de Viaje: Puebla

La segunda parada de mi trabajo fue Puebla, para evaluar al Hospital para el Niño Poblano. Ya les había contado lo que me pareció Pachuca y ahora le toca el turno a Puebla.

La agencia de viajes decide en que hotel me quedo y parece que cada vez decide mandarme mas lejos del hospital donde me toca trabajar, pero esta vez no me quejaré porque el hotel donde me quedé está justo en el centro de Puebla, el cual es muy bonito. Ya había viajado a Puebla en varias ocasiones y la verdad es que me gusta mucho, tiene un clima muy agradable y tiene varios lugares que vale la pena visitar.

El zócalo es uno de esos lugares, me gusta mucho y está ideal para ir a caminar, y después comer algo en los restaurants que están cerca. En la noche igualmente la atmósfera es muy padre, lo único feo es que se llena de puros mireyes poblanos (Esos son los que le dan mala fama a Puebla :P)

Entre Veracruz y Puebla hay cierta rivalidad, digo cuando te refieres a los poblanos como PIPOPES (Pinches Poblanos Pendejos) no es porque se quieran mucho :P Lo cierto es que la gente es buena onda, el problema son esos fresones que le dan mala fama a su ciudad, deberían sacarlos y así Puebla sería perfecto.

Estuve trabajando en el Hospital para el Niño Poblano y me ayudaron mucho, por eso pude terminar todo el trabajo para el viernes así que me quedó el fin de semana para pasear en Puebla.

Lo mejor de este viaje es que pudo venir mi novia, el viernes hubo una reunión de Textuorema, un taller de escritura del cual les hablaré después, nos la pasamos muy bien conviviendo con todas las personas del taller. 

El sábado visitamos el zócalo y gran parte del centro de Puebla, fuimos a comprar dulces, ver las tiendas de por ahí y en la tarde nos lanzamos a Angelópolis, una plaza comercial enorme y muy bonita, lástima que muchas de las tiendas se salen de mi presupuesto (ForeverPobre :P).

Al día siguiente aprovechamos la mañana para ir de compras a Analco, un tianguis que se pone los sábados y  domingos, muy cerca del Zócalo. Está lleno de cosas muy padres, productos artesanales, peluches, ropa, accesorios, recuerdos, en fin; vale mucho la pena ir, de hecho ya es la segunda vez que lo visito. Si se pueden dar una vuelta no se arrepentirán, seguro encuentran muchas cosas que les gusten.

Ahora me despido de Puebla, esperando regresar pronto J Mi próxima parada es Monterrey y ya les contaré que tal me fue. 

2 comentarios:

  1. Ni digas forever pobre, porque nos compramos un montón de cosas en Analco. Ya te extraño, bobón.

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  2. Eso si, nos compramos varias cosas en Analco, pero es que ahi esta barato y bien padre :D Yo también te extraño :*

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